Compartimos unos sencillos (pero efectivos) trucos para que incorpores a tu rutina diaria de cuidado facial, ¡apunta!
1. LA LIMPIEZA, ¡FUNDAMENTAL!
Es el primer paso de la rutina y uno de los más importantes, y es que sin una piel limpia, libre de impurezas, de restos de maquillaje y de la suciedad que se acumula en ella, no tendremos una buena base para que los tratamientos que le demos a continuación funcionen correctamente.
¿Y cuándo debes hacerla? Siempre dos veces al día: por la mañana, al levantarnos, porque debemos eliminar las toxinas que se han quedado en la dermis mientras dormimos, y antes de acostarnos porque hay que deshacerse de todas las impurezas que hemos acumulado durante el día. Evita hacerlo con agua muy caliente, ya que puede dañar los capilares, eliminar la capa de grasa natural y que aparezcan en el cutis enrojecimiento y sequedad.
Cuando la seques hazlo cuidadosamente mediante pequeños toquecitos, si la secas demasiado fuerte con la toalla puedes causar irritación y enrojecimiento en la zona y favorecer la ruptura de la elasticidad de la piel.
2. PARA EL ROSTRO NO SIRVE CUALQUIER JABÓN
Lavarse la cara con el jabón de manos (o incluso el corporal) ¡es un error muy usual! Lo que a primera vista puede parecer un gesto simple y corriente, puede acabar dañando el cutis.
Nuestra piel está expuesta a diario y constantemente a las agresiones del entorno: rayos UV, contaminación, viento, mascarilla,… Para protegerse de estas, cuenta con una película hidrolipídica o manto ácido, una barrera natural que además es la encargada de mantener la hidratación cutánea, evitando que el agua se evapore. Por eso no es lo mismo usar un jabón diseñado para limpiar y cuidar la piel del rostro, que otro fabricado para uso general. El motivo lo encontramos en el pH, un jabón corporal está formulado para el pH del cuerpo, que es diferente al pH del rostro, por lo que suele ser más agresivo para la cara.
3. ANTES DE DORMIR, ¡FUERA MAQUILLAJE!
Lo sabemos, hay muchos días que por pereza nos vamos a la cama con el maquillaje (¡que levante la mano quien no esté libre de culpa!). Sin embargo, no es una excusa suficiente para saltarnos este paso. No desmaquillarse hace que la piel retenga las toxinas que se han acumulado a lo largo del día y es fundamental eliminar todas las impurezas antes de irnos a dormir para que la piel se oxigene y respire.
El agua micelar se ha convertido en una de las mejores opciones naturales para desmaquillar. Se trata de una solución líquida de moléculas que forman micelas, una estructura compleja de agentes limpiadores que adoptan una forma de microesfera invisible que atraen las impurezas de toda clase.
4. ¿CREMA DE DÍA? ¿O DE NOCHE? ¡LAS DOS!
Utilizar una crema facial y aplicarla indistintamente tanto por la mañana como la noche, ¡es un gran error! Las necesidades que la piel necesita durante el día no son las mismas que necesita por la noche.
Las cremas específicas para el día son principalmente fórmulas con acción hidratante y protectora, ya que la piel necesita mantener durante el día un nivel óptimo de agua en la epidermis, y a la vez estar protegida de los daños que algunos agentes externos pueden causarle, como el sol, la polución o las condiciones ambientales.
Las de noche, en cambio, cumplen una función nutritiva y regeneradora, ya que mientras dormimos la piel activa un mecanismo de reparación y desintoxificación. Debemos compensar la falta de elementos nutritivos, ofrecer una sensación de confort y aportar activos que estén específicamente indicados para favorecer la renovación celular y la respuesta antioxidante.
5. MASCARILLAS REPARADORAS
Las mascarillas faciales son siempre unas grandes aliadas para atacar frente a un problema concreto en casi tiempo récord y un imprescindible para toda beauty lover. Aplicarlas con regularidad nos ayudará a complementar los pasos de la rutina y darle un extra de nutrición, hidratación o luminosidad al rostro.
Las mascarillas monodosis totalmente naturales de Mimesis Sensations están pensadas para tratar la piel ofreciendo un resultado profesional de una forma muy fácil, rápida y práctica. Su mezcla se produce al instante, por lo que se garantiza la calidad de las propiedades de los ingredientes hasta el momento justo de aplicarlas. Además, su efecto se nota tras sus 15 minutos de aplicación. Con dos tipos de mascarillas específicas según lo que más necesite la piel (purificar o iluminar), son una opción muy práctica para tener siempre a mano y utilizar en cualquier momento.
6. NO OLVIDES LA EXFOLIACIÓN
Hay un paso en la rutina de belleza que para muchas pasa desapercibido y en cambio tiene una acción clave para mantener un buen estado de la piel: la exfoliación. Con ella conseguiremos eliminar las células muertas de la piel, limpiar los poros, renovar la dermis y oxigenarla, lo que se traduce en un rostro mucho más saludable y luminoso.
Aunque la exfoliación no guarda un especial secreto, sí que hay unos consejos que harán que su resultado sea mucho más efectivo:
- Elige exfoliantes con texturas ligeras y suaves y con ingredientes ricos en antioxidantes.
- Utiliza siempre un exfoliante específico para el rostro.
- Realiza la exfoliación preferiblemente por la noche, así dejas que la piel descanse durante varias horas y no se exponga a la luz solar.
- Evita exfoliar la piel si has tomado el sol o si tu piel está enrojecida o irritada.
- No lo hagas en exceso, una vez cada diez días sería lo recomendado en pieles normales.
7. EXFOLIA E HIDRATA BIEN LOS LABIOS
Y por último, que no por ello menos importante, un mimo especial para los labios, los grandes olvidados de la rutina de belleza. Hay dos pasos muy sencillos que nos pueden dar grandes resultados: una exfoliación labial al menos una vez a la semana para dejar la piel libre de células muertas y más lisa, y una hidratación diaria, con un bálsamo labial que sea muy nutritivo, reparador y con protección frente a los rayos UV.
Recuerda que los labios son una de las partes del rostro que más llaman la atención, además de ser una de las zonas más sensuales, por eso se merecen un cuidado especial y delicado.